3 de diciembre de 2011

Este tostador siempre se estropea........deme 3 mas!!

Si imaginamos esta situación (titular) nos resultaría paradójica e incluso increíble. Quizás no entenderíamos nunca ese comportamiento, sino más bien sería de esperar todo lo contrario, quejas y reclamaciones cuando no se nos da lo que hemos pedido o lo que esperábamos.

Entonces piénsenlo!! ¿Por qué no lo vemos de la misma forma con otros aspectos mucho más relevantes que nos afectan directamente, como es la elección de los que nos gobiernan? Se ha extendido hasta la normalidad el pensamiento: “Esta elección no es buena, pero tenemos que quitar al que lo está haciendo peor”. La idea del “menos malo”. ¿Pero por qué seguimos eligiendo a un partido político simplemente por castigar a otro? ¿No el fundamento de la democracia elegir un modo en que queremos que nos gobiernen y no a quién tenemos que castigar o a quién sabemos que no lo hará bien pero será el menos malo?

Parecemos condenados a vivir en ciclos de 4 u 8 años repetitivos, en los que aunque ahora creamos que son peores que nunca, todo lo que nos está sucediendo es una herencia de las decisiones pasadas. Es una cuestión muy simple, NOSOTROS estamos fomentando esa clase de política con vistas a 4 años, donde no se pretende el mayor beneficio para los ciudadanos y el país a largo plazo, sino un bipartidismo que busca explotar y sacar el mayor beneficio (economía, influencia, imagen…) durante la alternancia de poderes de cada uno. Es tan sencillo como asemejarlo a cualquier trabajador en su puesto, el contar con esa seguridad de que después gobernarán ellos sin esforzarse, simplemente porque el otro lo hace mal, no lleva nunca a un eficiente trabajo que se proyecte en la sociedad que dirigen. Se han acostumbrado a hacer lo que quieran sin que la gente proteste o les “castigue”, y nosotros seguiremos poniendo “la cara a” o “la cara b” de una cinta que sabemos que no nos gusta.

He tenido la oportunidad/obligación de participar en el proceso de la votación de estas últimas elecciones y en pueblos no muy grandes, la gente ni se plantea una elección fuera del bipartidismo, incluso no estando de acuerdo con ellos, (supongo que en otros muchos colegios electorales ocurre lo mismo). Y me asombra de verdad que el pensamiento general sobre la gente que no acepta el bipartidismo, con la que está cayendo actualmente, sea tratarlos de gente rara porque voten a partidos menos conocidos.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Mismo perro con distinto collar...

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