Si imaginamos esta situación (titular) nos resultaría paradójica e incluso increíble. Quizás no entenderíamos nunca ese comportamiento, sino más bien sería de esperar todo lo contrario, quejas y reclamaciones cuando no se nos da lo que hemos pedido o lo que esperábamos.
Entonces piénsenlo!! ¿Por qué no lo vemos de la misma forma con otros aspectos mucho más relevantes que nos afectan directamente, como es la elección de los que nos gobiernan? Se ha extendido hasta la normalidad el pensamiento: “Esta elección no es buena, pero tenemos que quitar al que lo está haciendo peor”. La idea del “menos malo”. ¿Pero por qué seguimos eligiendo a un partido político simplemente por castigar a otro? ¿No el fundamento de la democracia elegir un modo en que queremos que nos gobiernen y no a quién tenemos que castigar o a quién sabemos que no lo hará bien pero será el menos malo?
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He tenido la oportunidad/obligación de participar en el proceso de la votación de estas últimas elecciones y en pueblos no muy grandes, la gente ni se plantea una elección fuera del bipartidismo, incluso no estando de acuerdo con ellos, (supongo que en otros muchos colegios electorales ocurre lo mismo). Y me asombra de verdad que el pensamiento general sobre la gente que no acepta el bipartidismo, con la que está cayendo actualmente, sea tratarlos de gente rara porque voten a partidos menos conocidos.
1 comentario:
Mismo perro con distinto collar...
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